A lo largo de mi carrera como maestro observé que muchos niños sufren fracaso escolar porque presentan problemas de comprensión lectora. A su vez, también me di cuenta que los padres juegan un rol importantísimo en la educación de sus hijos, y que cuánto más se involucren, mejores resultados se pueden obtener. Fue así cómo ideé una actividad llamada “El juego de las tres preguntas”, la cual aparece al inicio, a la mitad y al final de las novelas -"El poder de Joel" y "Pelopincho y la puerta mágica", donde los padres se reúnen con su hijo para realizar conjuntamente dicha actividad que gira en torno a la lectura. De esta manera los padres se convierten en los mejores animadores lectores, despertando en los chavales la motivación por la lectura, dado que si éstos ven que la lectura es importante para sus padres, también lo será para ellos, y todo en forma de juego, con lo cual leer se convierte en un placer y no en una obligación.
A continuación os comparto cómo una mamá juega con su hija al citado juego. Es una escena muy tierna, os invito a verla.
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