GATO TROTERO: Bienvenido
a este Tejado Antonio, y enhorabuena por su última novela, una más en
su ya larga trayectoria literaria ¿Cómo ha sido este nuevo
alumbramiento? ¿Se pierden los nervios de las primeras veces o cada
nuevo libro es como si fuera el primero? ¿Con la experiencia se pierde
parte de aquella emoción inicial, Antonio?
Ha sido muy especial, al igual que
el resto de alumbramientos. La emoción sigue intacta, como cuando un
padre espera el nacimiento de su tercer o cuarto hijo, que sigue igual
de ilusionado que cuando nació el primero. Evidentemente tienes más
experiencia, es un sentimiento ya conocido, pero el entusiasmo no desaparece.
GT: Cuando
le conocí e indagué en su obra, me sorprendió bastante la cantidad de
libros escritos y sobre todo, la amplitud de la franja de edad a la que
iban dirigidos; tenemos al Gargallo novelista y al Gargallo
“cuentista”, vamos, para adultos y para niños. Sin
embargo, tras ese despiste inicial, al conocerle un poco más, he podido
constatar que no solo sus libros infantiles son para niños y que sus
novelas, en mayor o menor grado, hacen conectar al lector con su
olvidado lado pueril. Me explico. Pocas veces son las que actuamos de
adultos sin que nuestra niñez tenga un peso importante en nuestros actos
¿Piensa usted Antonio, que la educación y las experiencias de niños,
marcarán nuestra vida de adultos? ¿Deberíamos tener en general, más
conciencia sobre cómo educar y tratar a los niños? ¿Sería en ese caso la
literatura, una herramienta imprescindible?
La niñez es una época fundamental en nuestras vidas, cuando forjamos nuestra personalidad y empezamos a construir los pilares de la futura personita en la que nos convertiremos. Por ello, la niñez tiene que estar cimentada desde el más profundo respeto
dado que los miedos que nos atrapan desde pequeñitos suelen
acompañarnos en nuestra vida adulta, en mayor o menor medida. Por tanto,
la educación de los niños es muy importante y conviene hacer verdadero
hincapié en ella.
Como diría Aristóteles: “Educa a los niños y no será necesario castigar a los hombres”. Dicho de otro modo,
la literatura sí que se puede convertir en un instrumento para
favorecer esa educación, dado que los libros son ventanas abiertas que
nos pueden enseñar los caminos a seguir y convertirse en grandes
herramientas al servicio de la prevención.
GT:
Volviendo al tema edad y sus libros, me gustaría apuntar algo que me ha
llamado la atención de sus historias, independientemente de que estén
dirigidas a un público infantil o adulto. Hay algo en común en todas
ellas, y es que a través de tramas más o menos complicadas,
indudablemente dependiendo de a quién estén dirigidas −y por mi experiencia leyéndole puedo decir que además, interesantes y bien hiladas−
todas tienen un fin, y es el de enseñar al lector que siempre hay un
camino correcto para encaminar nuestros pasos. Pero la línea que separa
la educación del sermón, en ocasiones es demasiado fina ¿Cree usted,
Antonio, que en alguna ocasión alguien pueda sentirse demasiado
aleccionado por sus “recomendaciones” y pueda llegar a obviar la
historia en sí para centrarse únicamente en esa sensación de “me están
leyendo la cartilla”? Cuando a todos nos tocan nuestras creencias o
ideologías, ideas, sentimientos, o como
deseemos llamarles, tendemos a cerrarnos en banda a otras cuestiones
que también forman parte del mensaje, como en caso de un escritor, su
obra.
Efectivamente, querer
tambalear las creencias de una persona supondría poner a esa persona a
la defensiva y entrar en un terreno pantanoso de difícil acceso. Por
ello conviene escribir con mucho tacto y siempre desde el respeto, sin
cuestionar a nadie lo que crea o deje de creer; es decir, se puede mostrar un camino, respetando cualquier otro, y dejar al lector la libertad suficiente para que
elija cuál es el camino más indicado a seguir. ¡Sin imposiciones! Y de
este modo tal vez descubras nuevos senderos que te llevan a un mundo más
feliz. A eso se llama cambio y querer cambiar para mejorar es sano, pero si no se desea ese cambio, no pasa nada, cada cual es libre de vivir como quiera o considere oportuno.
En mi caso concreto de escritor,
evidentemente habrá personas que no les gustará lo que escribo, algo
totalmente natural porque no existe una novela que guste a todos, pero
yo me quedo con la gente que se pone en contacto conmigo y me dice cosas como: “Gracias a tu libro he visto los colores a la vida”.
GT:
Sus libros, principalmente tienen un fin, que es el Desarrollo personal
del individuo, a nivel emocional, psicológico, social, laboral y
espiritual; todo ello narrado con claridad, sin lugar para la ambigüedad
o la confusión, tengo un mensaje que transmitir y busco la manera más
sencilla pero también más lúdica de hacerlo, podrían ser sus palabras.
Viene a ser como se ha contado siempre aquello que se ha querido hacer
llegar a la mayor cantidad de gente posible, sin importar ni su edad ni
su condición social: las historias, los cuentos, las fábulas, las
parábolas.
Enseñar entreteniendo ¿Se considera usted más escritor que cuentista, o
narrador de historias? ¿Tal vez el peso o la deformación profesional
pueden más que su lado de escritor? ¿Se conjugan? ¿O tal vez, no son
compatibles y siempre tiene que primar una faceta sobre otra?
Supongo
que cada autor busca un sentido a la hora de plasmar las letras sobre
el papel. En mi caso concreto siempre me ha gustado que mis novelas
tengan un poso del que poder enriquecerse, si así se desea. Entretener
y, a su vez, ayudar a la persona a adquirir el mayor desarrollo personal
posible. Afortunadamente, al recibir cientos de mensajes con un feedback
positivo e interés por leer mis novelas desde diferentes puntos del
mundo, me animan a seguir en esta línea. No obstante, también tengo
pensado escribir alguna novela puramente narrativa, sin entrar en el
campo de la espiritualidad o el desarrollo personal. ¡Me gusta jugar con
las palabras y crear!
GT:
Volviendo a su faceta de profesor. Diplomado en Educación Física,
Inglés y Francés. Una vez más, al igual que en sus libros, se nos ofrece
un amplio abanico de sus intereses ¿O al igual que pasa con sus
novelas, cuerpo y mente forman un todo y es imposible separar uno de
otro si queremos desarrollarnos como personas? Antonio ¿Qué es el Ser
Humano para usted, centro o lateral del Universo? Me explico mejor si lo
desea ¿Puede el Hombre ser completo sin tenerse en cuenta más que a sí
mismo, un Todo compuesto por cuerpo y mente? ¿Qué papel juega el alma,
el espíritu, la energía, el cosmos? Cada cual lo llame como desee…o como
lo sienta.
Para mí el ser humano es como un trípode donde se apoya la espiritualidad, la psicología y el físico. Cuando una de las patas cojea, nos tambaleamos.
La
espiritualidad nos permitirá alcanzar esa paz interior que estaría en
contacto con Dios, el cosmos, el universo, la energía o como se quiera
llamar. Sin paz interior no se puede ser feliz. Puedes estar enamorado,
ser rico, poderoso, que si no tienes paz, no serás feliz. Y no me
refiero a estar relajado, sino a la paz profunda de la que hablaba Jesús
de Nazaret.
La
psicología juega también un rol importantísimo, es decir, que te puedes
pasar la vida orando, rezando, contemplando o buscando esa
espiritualidad que si no cuidas tu psicología, puedes caer en una
profunda depresión y no conseguir salir de ella. Por tanto, para mí se
necesita cuidar esa psicología porque para aplicar la espiritualidad vas
a tener que tener herramientas psicológicas. Por ejemplo, para mantener
una buena espiritualidad vas a tener que aplicar el perdón, de no
hacerlo el rencor se convierte en un cuchillo que te perfora el corazón.
Tendrás que aplicar técnicas para llevar a cabo ese perdón y conseguir
mentalizarte de que si no perdonas en realidad el principal perjudicado eres tú.
En cuanto al
físico, claro, también está ligado al estado psicológico, porque el
ejercicio físico libera endorfinas que son los neurotransmisores que nos
dan la sensación de bienestar. Cuidarnos físicamente es salud y
sinónimo de bienestar, lo contrario ya sabemos lo que es. Cuando estamos
enfermos nuestro estado anímico cae y si, por desgracia, tenemos una
enfermedad crónica, o fomentas los otros dos pilares o te puedes podrir
en vida. Abandonarlos es ir a la deriva sin rumbo ni dirección.
GT: Antes
de adentrarnos en su libro “Ya no hay vuelta atrás”, me gustaría
preguntarle algo, curiosa e inquieta que es una, tal vez de ahí el
nombre de este Blog (risas). Está muy de moda el pertenecer a alguna
corriente filosófica, doctrina, grupo, seguir ciertas enseñanzas que nos
hagan ser mejor personas, que nos conecten con nosotros mismos y el
universo, ya sabe, de nuevo mil acepciones para decir una misma cosa: el
Ser Humano necesita creer en algo. Sin embargo, si estas creencias
vienen de un Oriente Lejano, de unos Indios o Aborígenes primitivos, de dioses ancestrales, deidades inmemoriales, etc.,
se ven por el Gran Público como formas de vida más cerca del propio ser
humano que de un adoctrinamiento impuesto por siglos de tradición
religiosa. Sin
embargo, toda corriente o filosofía de vida tiene muchos más puntos en
común que diferencias unas con otras ¿Lo ve usted así también o piensa
que las personas estamos separadas por posturas irreconciliables? ¿Ya
no hay vuelta atrás?
El
ser humano tiene una misión en vida: ¡ser feliz! La trascendencia y las
creencias religiosas se dan desde nuestros orígenes, aunque la mayoría
coinciden en la creencia de un Dios. Un Dios Creador al que en muchas
ocasiones los hombres parece que queramos hacer a nuestra medida, de ahí
que hayan existido y existan tantas religiones. A veces hasta se mata
por imponer ese Dios, ¿verdad? Mataron los cristianos en las Cruzadas,
los musulmanes con la Yihad y muchas sectas a lo largo de nuestra
historia. ¡No entendieron nada! Pero no se trata de imponer una creencia, se trata de obrar y vivir de forma respetuosa con la naturaleza -la que nos permite vivir en la Tierra-, y con los demás, -con los que convivimos-.
¡Qué
mejor religión, por tanto, que la transmisión de la paz!
Independientemente de lo que se crea, pues cuando no existe la paz
aparece la esclavitud y no hay sentimiento más bonito que el de la
libertad que está enlazado con el amor.
GT:
Ya no hay vuelta atrás. Una novela que sorprende y despierta
conciencias, pues se quiera o no, la historia que nos trae usted no te
deja indiferente. No sé
si siempre que se despierta algo es para tranquilizar o enfurecer a la
bestia que se esconde tras la calma que da la rutina, la tradición o el
mismo día a día que adormece y hasta atolondra, de tan costumbrista e
innato que nos resulta ¿Qué pretendía usted al escribir la novela,
Antonio? ¿Qué ha supuesto para usted el resultado final, era lo que
esperaba, o ha superado con creces sus expectativas?
“Ya
no hay vuelta atrás” es un canto a la vida, al respeto del ser humano.
Todo ser humano es válido y merecedor de vivir su vida y, a ser posible,
que lo haga siendo feliz. Sin embargo, algunas vidas se menosprecian y
no se valoran, mientras otras se dignifican. ¿Acaso es más digna la vida
de un rey que la de un vagabundo? ¿Te despierta dudas la pregunta? Pero
¿y si el vagabundo fueses tú o tu hermano o tu madre o tu padre? ¡Qué
más da la condición social! El hombre se ha empeñado en crear una
sociedad vertical cuando debería ser horizontal: ¡todos iguales! Pero
los más listos, tramposos o miserables, como se quiera llamar –reyes,
políticos, etc.-, se adjudican unos privilegios que todos hemos aceptado
como válidos. ¿Estamos locos? Pero si cualquier profesión merece el
mismo respeto y dignidad que cualquier otra. Sin embargo, al estar en el
poder y manipular los medios de comunicación, no les ha resultado complicado domar a la sociedad y ponerla a su servicio. ¡Despertemos!
Y otra cosa que tengo muy clara en la vida es que el camino del bien es el más recto, el más llano y el más bello.
Cuando practicas el mal es como un boomerang que lanzas y te vuelve a
ti con tanta fuerza que incluso podría matarte. ¿Qué conseguimos con los
actos negativos? ¡Dañar al prójimo! ¿Y qué consigues haciendo daño? Si buscas hacerlo es por algo, ¿no? ¿Por placer de humillar o perjudicar al otro, verdad? Por tanto queda demostrado que quien siente placer practicando el mal es porque tiene un corazón perverso, de
otro modo no se puede explicar ese fuego dañino. Mejor convertirse en
gota de agua en el desierto, ya que muchas gotas de agua forman un oasis
que puede ayudar al prójimo a saciar su sed.
GT: Tenemos
un personaje femenino en su novela que representa el mal absoluto, ese
monstruo en el que se convierte una persona cuando olvida su lado humano
y cuya felicidad solo existe si los demás sufren. Por otro lado nos
encontramos con otros personajes principales que hacen lo que deben,
cuya forma de seguir adelante es perdonando aunque cueste y empatizar
con los demás para no solo entenderles, si no comprenderse mejor a ellos
mismos. Roles muy claros de quien es quien. Como esas películas mudas
en el que el malo era un tipo enorme, de grandes bigotes, dientes sucios
y ojos pintados de oscuro, personaje que a pesar de tratarse de cine
mudo, te bastaba con verle aparecer en escena para saber que ahí
teníamos al villano. Pero en la vida real no siempre es tan fácil
identificar a los “malos”, a los ruines, a los farsantes
¿Tenía alguien concreto en su mente cuando perfiló estos personajes,
Antonio, detrás de ellos hay personas reales o son un compendio de
virtudes y defectos humanos en general? ¿No habrá paz para los malvados? Le aseguro que tengo curiosidad por saber si la realidad supera a la ficción.
La realidad supera la ficción…
Y le aseguro que quien practica el mal no tiene paz y no es feliz, sino
que plasma su amargura en los demás, buscando que los otros compartan
con ella su malestar.
Digamos que tienen un lema: “Si yo no soy feliz, tú tampoco”. Y hacen
todo lo posible para que la otra persona se sume a esa amargura que al
malvado le ahoga por dentro y cuya única satisfacción es conseguir ver reflejado el daño en los demás. ¡Y esa es la razón intrínseca de las personas que practican el mal!
GT: Personajes
a parte, la trama es espectacular, en mi caso concreto, dejando aparte
ciertas cuestiones ideológicas −en boca de los personajes, por
supuesto− con las que no “comulgo”, el hilo argumental es increíble. Es
una auténtica novela negra, un thriller psicológico que puesto en manos
de un director norteamericano sería un exitazo en pantalla grande –si,
por desgracia para que sea un taquillazo ha de venir de USA – en la cual
no falta de nada: el paro, los desahucios, la corrupción política, las
redes sociales y con ellas los vacíos legales al respecto, la justicia,
la desigualdad social, la familia, la pareja...¿Cómo consigue organizar
todos estos temas en su mente, y sobre todo, amalgamarlos para hacer con
ellos una novela y conseguir que el lector no acabe desperdigado entre
tanta información? ¿Talento o trabajo duro, ambos o alguno más que otro?
Muchísimas
gracias por estas bellas palabras, me honra leerlas y se las agradezco
enormemente. El talento y el trabajo son como un coche y la gasolina: ¡sin uno no funciona el otro!
GT: Ya
no hay vuelta atrás Antonio, así que ahora o nunca ¿Se cuece algo nuevo
ya por su cabeza? sin desvelar nada, por supuesto ¿Tendremos una nueva
novela o un libro infantil? Mira que si nos sorprende y nos trae algo
totalmente distinto…(risilla y mirada entrecerrada, así de curiosa soy yo).
Sí, se cuece una nueva novela de una enorme complejidad para escribirla. ¡Cuánto he aprendido y cuánto estoy gozando escribiéndola!
Muchas
gracias Antonio por su tiempo, su amabilidad, por supuesto enhorabuena
por esta novela, he disfrutado enormemente con ella, y no me puedo
despedir sin decirle que ha sido un placer conocerle en persona. A pesar
de las diferencias de criterio, conocer a un autor tan seguro de sí
mismo y sus ideas, siempre enriquece.
Gracias y espero que hasta pronto.
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